Breve guía del sexo anal para lesbianas y no lesbianas

A últimas fechas y sobre todo con los post sexosos hemos recibido algunas preguntas sobre un tema específico y hoy les traigo algunas respuestas a esas insistentes preguntas.

 

Es importante avisarles que si no son fans ni entusiastas de esta práctica está muy bien, pero algo de información no hace nada de daño.

Limpieza

Uno de los grandes peros que tiene esta práctica son las bacterias que puede haber por ahí, en palabras de uno de nuestros expertos: “no es como si pudieras planear la pasión o medir con exactitud el momento justo, pero si te vas a animar debes tomar tus precauciones”.

Quizá es difícil que tengas a la mano un enema o quizá que hayas considerado si quiera usar uno, aunque es la forma más segura de evitar accidentes. Sin embargo, otras medidas como: la higiene diaria y las peras (lavados con ligera presión)  son recomendables.

Otra de las cosas que puedes tener en cuenta es cuidar tu alimentación, prevenir “accidentes” comienza desde la alimentación… ¿Quién sabe? Quizá hasta te puede llevar a un estilo de vida más saludable.

Inicio

Bueno, ya pasó todo este tema de la limpieza… viene lo bueno.  No podemos pretender comenzar con una postura de película porno o con un dildo muy grande y a veces, ni siquiera con uno normal.

La práctica recomendada es el famosísimo “beso negro” o estimulación dactilar. Pueden comenzar como en cualquier relación con besos y caricias, luego tocarse sugestivamente y continuar. Es súper importante que no escatimes en caricias y en sentirte cómoda porque tanto la que penetrará como la que será penetrada necesitan estar convencidas y relajadas; como sabemos,  los esfínteres son especialmente susceptibles al estrés y nadie quiere esa combinación en su cama.

Si ya se decidieron a penetrar, pueden comenzar con un juguete pequeño, un dedo suavemente o simplemente la lengua. Es vital que ambas se comuniquen y estén abiertas a la crítica, porque un movimiento puede ocasionar desgarros y lesiones muy peligrosas al ser de difícil tratamiento o consecuencias peligrosas.

 

Lubricantes

Nunca es demasiado (quizá si escurre sí, pero ustedes entienden). Los lubricantes y vaselinas son sus amigos más importantes en este momento (la vaselina es más consistente, pero debemos tratarla con extrema higiene). Tener toallas húmedas y/o pañuelos desechables también es muy recomendable y sobre todo en las primeras veces, protege tu cama… ¡lo vas a agradecer!

La intensidad

El ritmo que logren mejorará y descubrirán juntas si quieren mezclarlo con penetración vaginal, estimulación clitoriana alternarlos o,  si tienen buena elasticidad, un oral. La pasión es buena guía.

Respecto a la pregunta de “¿Se pueden llegar a orgasmos con sexo anal?” la respuesta es sí y pueden ser en la misma zona anal o adyuvantes para los que llegan a otras zonas. Todo dependerá de los ángulos que estimulen, la anatomía de sus cuerpos o su nivel de excitación.

Un gran consejo es acompañar de gemidos y gritos, si te nacen, sobre todo las primeras veces que entra algo en ti y decir cosas sensuales cuando estás penetrando para dilatarte.

Solo me queda decirles que si se animan a intentarlo, sean dedicadas y lo disfruten mucho.

Agradezco sus consejos a Naye, Richy y Gab… son los maestros.

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